¿Qué sería de una nación sin el crisol donde se forjan sus mentes más críticas y sus ideas más transformadoras? El 6 de junio, Bolivia se detiene para honrar a esos arquitectos del futuro. Para la Universidad Privada San Francisco de Asís (USFA), esta fecha resuena con una significancia especial: es el Día del Maestro, un recordatorio vibrante de su misión de formar líderes éticos capaces de transformar su entorno, y un homenaje a quienes, desde sus cátedras, impulsan el pensamiento, la innovación y el progreso social.
En este artículo exploramos la esencia de la docencia universitaria, rescatamos la figura de Modesto Omiste, faro de la educación boliviana, y rendimos tributo a los maestros USFA, auténticos arquitectos del pensamiento libre y alma de la patria pensante.

1. La esencia de la cátedra universitaria: Más que transmisión, transformación

Ser maestro en la universidad trasciende la mera transmisión de teorías o la repetición de fórmulas. Es un arte y una vocación que implica debatir con agudeza, provocar el pensamiento reflexivo, encender la chispa de la duda metódica y acompañar con dedicación el crucial salto hacia la autonomía intelectual de cada estudiante. Es la labor silenciosa de corregir tesis a medianoche con ojo clínico, la preparación meticulosa de clases que inspiran incluso tras extenuantes jornadas académicas, y la orientación paciente y certera a aquel joven que aún duda de su vocación, guiándole con empatía y sin dogmas. Implica escuchar sin juzgar, guiar sin imponer, y sembrar conocimiento con la generosidad de quien no espera la cosecha inmediata, sino el florecimiento futuro.
En la USFA valoramos ese acto cotidiano de fe en el futuro. Cada docente siembra ideas que algún día germinarán en soluciones reales: startups de impacto social, investigaciones que mejoran políticas públicas o proyectos culturales que enriquecen la identidad nacional.

2. Modesto Omiste: El faro de la educación boliviana que ilumina nuestro presente

La institución de esta efeméride, en 1924 por el presidente Bautista Saavedra, no fue casual. Se eligió el 6 de junio en honor al natalicio de Modesto Omiste Tinajeros (1840-1898), el visionario potosino considerado el gran reformador de la educación boliviana. Omiste no solo soñó con una educación laica, accesible y de calidad para todos los bolivianos, sino que dedicó su vida a materializar ese sueño. Su incansable labor lo llevó a fundar escuelas emblemáticas en varias regiones y a traducir y distribuir textos fundamentales para que la juventud accediera a obras de ciencia y humanidades. Además, con un desprendimiento ejemplar, donó bibliotecas enteras de su patrimonio personal. Sobre todo, creyó con una fe inquebrantable en el poder de la enseñanza como la columna vertebral de una democracia sólida y una sociedad justa, asegurando que “un pueblo sin educación es un pueblo sin libertad”.
Su legado sigue iluminando las aulas de la USFA, recordándonos que la docencia es una vocación de servicio público y un motor de justicia social, una inspiración constante para cada docente que hoy asume el compromiso de educar.

3. Docentes USFA: Constructores del mañana, guardianes del pensamiento libre

Casi un siglo después de la visión de Omiste, ese ideal sigue vibrante y presente en cada docente de la Universidad Privada San Francisco de Asís. Nuestros maestros eligen la universidad como un espacio vital de construcción crítica, como un puente indispensable entre el conocimiento acumulado y la imperante necesidad de transformación social. A menudo, enfrentan desafíos considerables, desde presupuestos restrictivos y sobrecarga administrativa, hasta la veloz obsolescencia del conocimiento y la presión por métricas de productividad.
Sin embargo, con una resiliencia admirable y creatividad, los maestros USFA responden activamente: publican investigaciones que posicionan a la universidad en el debate social, diseñan cursos híbridos y recursos abiertos que democratizan el aprendizaje, facilitan valiosas redes de contacto entre estudiantes y empresas para acelerar la empleabilidad, y lideran proyectos de voluntariado universitario que impactan positivamente en comunidades vulnerables. Con una pasión que contagia, inspirando sin estridencias innecesarias, y resistiendo con dignidad y convicción desde la cátedra, cada clase se convierte en un laboratorio de ciudadanía donde se discuten dilemas éticos, se analizan problemáticas locales y se gestan soluciones colaborativas.

El Día del Maestro Universitario celebra la vocación, el intelecto y el espíritu de servicio de quienes forman a las nuevas generaciones. En la USFA reconocemos en nuestros docentes la herencia de Modesto Omiste y la fuerza que impulsa el pensamiento libre y la construcción de un futuro mejor para Bolivia.

A ustedes, docentes USFA: ¡Feliz día! Gracias por convertir cada aula en un espacio de libertad e innovación, por sostener la universidad como un faro de conocimiento y por demostrar que educar es un acto de fe inquebrantable en el futuro y un compromiso radical con el presente. Recordemos siempre: “Un pueblo sin educación es un pueblo sin libertad”. Que cada clase que impartan siga ampliando esa libertad y consolidando el porvenir.